
Hace algunos años atrás, la marca personal para un trabajador empezó a cobrar importancia, tanta como la de una marca como organización. Pero, ¿por qué es tan importante crear tu marca personal actualmente?
Para poder alcanzar al consumidor final, el profesional debe construir un conjunto de estrategias y aptitudes para destacar y vender. Todo trabajador debe ser capaz de conocer lo que vale para brindar una marca personal sólida la cual le ayude a acceder a nuevas oportunidades.
La marca personal no sirve solo para mostrarse como profesional en la empresa que formas parte, sino que también sirve para conocer el valor propio. En definitiva, aquellos principios que guían tus días y que son realmente importantes para ti.
¿A qué tipos de valores nos estamos refiriendo exactamente? Aquellas acciones que determinan nuestra manera de reaccionar, pensar, juzgar, etc. Son las creencias y ideales con los que evaluamos situaciones, acciones, personas, cosas, etc. Es decir, principios de actuación.
«Tu marca personal es lo que dicen de ti cuando tú no estás delante» Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon.com
La marca personal no se construye de la noche a la mañana, es una carrera que vas recorriendo a lo largo de tu vida. Podemos encontrar casos de éxito que han crecido muy rápido, u otros que llevan trabajándose mucho tiempo, pero no se obtienen resultados.
Marcarte un objetivo y definir una estrategia para construir tu marca es el primer paso para el principio de tu historia. A continuación, vamos a elaborar una pequeña guía que te ayudará a marcar el camino.
Otorgarte valor a tu mismo
Seguramente formas parte de aquel grupo de personas que se sienten inseguras y dubitativas en su día a día. No sois una pequeña minoría, sois el 90% de la sociedad. Además, tal y como explica el psiquiatra y doctor en neurociencia Dean Burnett, las personas inteligentes suelen infravalorarse.
Así que, el primer paso para conseguir un valor que te diferencie del resto de profesionales es no siendo tan crítico contigo mismo. El valor no se calcula a partir del empleo que desempeñas en tu sitio de trabajo, sino que es aquello que puedes llegar a aportar. Posiciónate.
Expón tu punto fuerte a la vista de los demás
El reto de posicionarse implica sacarlo todo a la vista. El siguiente paso trata de analizar todas aquellas herramientas que utilizas día a día como son las redes sociales, la comunicación directa o tus biografías, y asegúrate que tenga aquel valor que quieres presentar a la sociedad como tuyo.
¡Cuidado! Antes de exponerte tienes que tener claro el objetivo que perseguirás para desarrollar tu marca personal. Es decir, en qué territorio vas a asociarte, donde quieres estar dentro de unos años, etc.

Eres lo que haces
No hables ni prometas, demuestra y haz. Tras seleccionar y analizar todos los puntos fuertes que te caracterizan, es hora de atraer a toda tu audiencia, clientes y el capital.
Tu objetivo en estos momentos es mantener tu marca con constancia. Es de vital importancia estar al día de las nuevas herramientas de comunicación o tecnología para no quedarte atrás en tu sector ya que, si no vives en la era digital, no existes.
Además, tener una marca personal no significa utilizarla cuando te apetezca. Cuando empiezas a comunicar, publicar o trabajar tiene que haber una cierta regularidad para ir marcando territorio y que no se olviden de ti. El objetivo es que se empapen de tu personalidad.
Forjar una red de profesionales
A menudo os habéis preguntado, ¿cómo ha conseguido ese cliente? El networking lo es todo. Es una estrategia orientada a crear un grupo de contactos profesionales a tu alrededor los cuales se benefician mutuamente.
Los eventos claves suelen ser las ponencias ya que, a parte de obtener información sobre tendencias y nuevos retos del mercado, podrás mantener un contacto con un sector en específico.
El ingrediente para el éxito: Pasión
Para que los pasos anteriores funcionen juntos, es necesario tener una motivación y pasión por lo que haces. Será lo único que te permitirá seguir en un futuro.