
La irrupción de los Millennials en el mundo laboral ha supuesto un abrupto cambio generacional que ha sacudido los cimientos de un sistema que llevaba mucho tiempo anclado en los mismos valores. Lo que comúnmente conocemos como Millenials abarca, en realidad, dos generaciones: la generación Y (principios de los 80 –mediados de los 90) y la generación Z (mediados de los 90-mediados del 2.000). Tras unos años de choque con sus padres y abuelos, la generación Y se ha establecido en el mundo laboral, logrando normalizar sus demandas a medida que han ido accediendo a puestos de responsabilidad. Por su parte, la generación Z buscan hacerse un hueco en el panorama laboral, con ideas todavía más reformadoras.
El conflicto generacional
La llegada de los Millennials al mundo laboral supuso un shock en los valores tradicionales, debido a sus nuevas prioridades. Muchos empresarios veían en estas demandas el reflejo de una generación que no quería trabajar y a la que le habían dado todo hecho. Nada más lejos de la realidad, los Millennials son una generación de lo más preparada, para nada conformistas y que creen en la formación continua.
Las generaciones anteriores buscaban ante todo un trabajo estable, que les durase toda la vida y que les permitiese cierta seguridad económica. Sin embargo, los Millennials buscan la evolución y valoran su libertad por encima de un buen sueldo.
Los Millennials han nacido en regímenes democráticos, donde los derechos se dan por supuesto y no se conforman con menos. Para ellos la conquista de derechos, la paridad en el trabajo o el cambio climático son cuestiones esenciales en la vida y lo reclaman a las empresas tanto desde su papel de consumidores como de trabajadores.
Nada podría contrastar más con el modelo tradicional en el que el jefe mandaba (porque para eso es el jefe) y el empleado obedecía. Por fortuna, las empresas se han dado cuenta de que ese modelo está obsoleto y, poco a poco, se ha impuesto una nueva manera de concebir el trabajo.
Los cambios laborales de la generación Millennial
Los cambios laborales de la generación Millennial
Atrás quedan los trabajadores que demandan estabilidad y se centran en un buen sueldo a la hora de elegir un trabajo. Los Millennials han cambiado las reglas del juego, estableciendo un nuevo tablero:
- Ante todo, calidad de vida: Los Millennials valoran su tiempo libre y su libertad por encima de todo. Dan más importancia a un horario flexible o al teletrabajo que a un buen sueldo.
- Exigen empresas éticas: Se acabó la época en que todo valía con tal de generar beneficios. La generación Millennial exige empresas con ética y está dispuesta a evitar aquellas que no la tienen. Su conciencia ecológica y social se impone, cambiando la forma de proceder de las empresas.
- Adiós a los trabajos para toda la vida: La mayoría de los Millennials se dan un máximo de 5 años en una empresa, antes de saltar a otra. No quieren verse anclados en empleos para toda la vida y se lanzan sin miedo a nuevos proyectos.
- Formación continua: La generación Millennial es la más preparada de la historia. Son conscientes de que la formación y la especialización son el camino para encontrar nuevas oportunidades y progresar. Por eso se plantean la vida laboral como un aprendizaje continuo.
- Gig economy: Los Millennials buscan la economía de los trabajos ocasionales. Saben que las empresas demandan profesionales muy preparados para momentos puntuales y no dudan en hacerse autónomos y ofrecer sus servicios a varias de estas empresas. No debe de confundirse esta economía del trabajo con la precariedad e inestabilidad que ofrecen algunas empresas nuevas que han crecido a la sombra de las aplicaciones móviles y ciertos vacíos legales.
El cambio en el panorama laboral que exige las generaciones Z e Y son fruto de su realidad social. Se esté más de acuerdo con ellos o no, lo cierto es que han venido para quedarse y que van a formar el grueso de los trabajadores en los próximos años. Por lo tanto, las marcas y empresas han de adaptarse a su forma de ver el mundo sino quieren quedarse atrás y caer en el camino.